ENTRENAMIENTO DE PILATES DURANTE EL EMBARAZO Y EL POST-PARTO;
Para una mujer estar embarazada, siempre es una experiencia única. Pero a pesar de la felicidad que puede suponer esperar un hijo, durante el embarazo se producen en el cuerpo de la mujer una serie de cambios a nivel hormonal, emocional y postural, que pueden traer consigo una serie de diferentes molestias, las cuales no suelen ser las mismas en cada mujer, ni en cada embarazo.
En las primeras etapas estos cambios pueden provocar desde mareos, nauseas o vómitos, hasta desmayos, y es probable que la madre se sienta muy emocional. A medida que el embarazo avanza, también pueden aparecer otras incomodidades tales como acidez estomacal, dificultades para respirar, dolores en la espalda y en la pelvis, calambres, o hinchazón de tobillos, entre otras. Muchas de estas molestias pueden aliviarse significativamente con un adecuado entrenamiento regular.
Muchas mujeres creen que en estas etapas la actividad física puede resultar perjudicial o dañar al bebé, pero la realidad es que hacer ejercicio durante el embarazo no solo no hace daño, sino que es imprescindible.
Está comprobado que el ejercicio moderado mejora el estado general de la embarazada tanto a nivel físico como emocional, debido a que aumenta el nivel de energía, otorga mayor resistencia a los músculos y aumenta la capacidad para sobrellevar la labor de parto.
Pero lo recomendable es realizar un entrenamiento de bajo impacto, ya que hay que tener en cuenta que la frecuencia cardíaca en las mujeres embarazadas presenta un aumento significativo durante el ejercicio en comparación con las mujeres no gestantes. Además, a medida que aumenta la intensidad del ejercicio, la mujer embarazada se encuentra también con mayores dificultades para llevar a cabo el intercambio respiratorio.
Es muy importante entonces, buscar la forma más segura y eficaz de entrenar, así como contar previamente con la aprobación del médico, teniendo en cuenta además, el estado físico de la madre previo al embarazo.
Para ello el Método Pilates ha desarrollado un programa de ejercicios y cuidados específicos con el objetivo de mejorar el estado general de la embarazada, con un entrenamiento que puede practicarse con total seguridad, ya sea que la madre previamente al embarazo acostumbrase a realizar una actividad física muy intensa, como nula.
Uno de los principales objetivos del entrenamiento específico con el Método Pilates, es ayudar a la embarazada a superar las diferentes molestias que se producen por los desequilibrios posturales, provocados por los cambios hormonales y el constante aumento de peso, y que generalmente van aumentando con el desarrollo del embarazo.
Para ello se realiza un trabajo muy específico de fortalecimiento y relajación muscular según las necesidades de la madre en cada etapa del embarazo. Se hace mucho énfasis en el trabajo de la musculatura de la base de la pelvis, lo que mejora su postura corporal y evita problemas de incontinencia urinaria o futuros prolapsos. También se lleva a cabo un cuidado muy específico en la musculatura abdominal durante el embarazo, así como también para su correcta recuperación luego del parto.
Pero el entrenamiento de Pilates durante el embarazo, va mucho más allá de una actividad física. El monitor debe estar cualificado para proporcionar a la embarazada una importante información sobre los cambios por los que esta atraviesa mes a mes, ya sea en relación al desarrollo de su bebé, como los que se producen en su propio cuerpo. También tendrá que saber proporcionar a la madre, diferentes consejos ante las innumerables molestias que esta pueda sufrir, no solo para el entrenamiento en sí, sino también fuera de la clase de Pilates.
Deberá prepararla para cada etapa del embarazo, para el parto y el post parto, ya que el entrenamiento específico comienza desde los inicios del embarazo y culmina, dependiendo de cada mujer, entre 4 y 6 meses después del parto, incentivándola también a continuar luego de este período con un entrenamiento regular.
Siguiendo constantes evaluaciones y un diálogo permanente, es posible conseguir la confianza de la embarazada para continuar con el programa, y permite al monitor ofrecer un entrenamiento tan seguro como eficaz, debiendo estar muy alerta ante cualquier indicio de riesgo para recomendar consultar inmediatamente al médico o, si fuese necesario, interrumpir el entrenamiento.
Después de más de 6 años de llevar a la práctica este programa con infinidad de mujeres en etapa de gestación, hemos podido comprobar que cada mujer que entrena con el Método Pilates en forma regular, lleva su embarazo de una forma mucho más cómoda, así como también la labor del parto y su recuperación después del mismo.